El cuarto de baño, que en tiempos pasados era considerado un espacio meramente funcional y a menudo descuidado en términos de diseño y decoración, ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. Hoy en día, se valora con la misma estima estética y decorativa que áreas principales de la vivienda, como el salón o el dormitorio. Esta evolución ha llevado al cuarto de baño a ser no solo un lugar de higiene, sino también un espacio de bienestar y relajación, reflejando la personalidad y el gusto de los habitantes de la casa. Con el paso del tiempo, ha ido escalando posiciones hasta convertirse en una estancia clave dentro del diseño interior de cualquier hogar moderno.